“T rata a un hombre tal como es, y seguirá siendo lo que es; trátalo como puede ser, y se convertirá en lo que puede llegar a ser” Goethe Las palabras son altamente poderosas, tanto las que empleamos con nosotros mismos como las que dirigimos a otras personas, sean estas nuestros hijos, colaboradores, pareja o amigos, ya que detonan en muchas ocasiones el llamado efecto Pigmalion, en el cual las creencia que tiene una persona respecto a la conducta de alguien termina desencadenando el comportamiento previsto. un caso celebre es el de un docente al cual le informaron que tres de sus alumnos tenían capacidades superiores y que por lo tanto ese era el rendimiento académico esperado, sin embargo le solicitaron tratarlos igual que a sus compañeros, para sorpresa de los investigadores estos tres jóvenes realmente se destacaron a final de año en las pruebas escolares. De manera simultanea a otro docente le dieron la información contraria que tres estudiantes tenían una ca...